domingo, 19 de abril de 2009

La vida sólo puede medirse ...


La vida sólo puede medirse por la intensidad con que se vive y no por su duración. Una mariposa sólo vive unos días, pero es tal la alegría con que despliega sus alas y la luminosidad de sus colores, que en tan breve tiempo se realiza, da lo mejor de sí misma.

El árbol, por el contrario, se toma su tiempo, bebe la vida en tragos cortos, la saborea solemne y pausadamente. De algún modo, los árboles están fuera del tiempo o de nuestro ritmo temporal.

Su larga y sosegada vida los hace sabios y así representan la imagen y la garantía de estabilidad para el medio. No en vano son además nuestros hermanos más altos, y los más profundos, siempre auscultando la tierra con sus raíces infinitas.

Extraído del libro “La Magia de los árboles” (Ignacio Abella)

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